Con estas pautas nutricionales llevarás mejor los cambios en tu organismo si quieres dejar de fumar, y recuperarás nutrientes que has estado perdiendo por culpa de la nicotina.
Si has decidido dejar de fumar, ¡enhorabuena! Estás dando un gran paso por tu salud, tu calidad de vida y tu economía. Pero puede que también tengas un temor: engordar y aplacar la ansiedad de la abstinencia y el mono con la comida. ¡Te damos unos consejos para evitar esto!
No te pongas «a dieta»
Ya estás haciendo fuerza de voluntad resistiendo al mono y a la abstinencia que crea el tabaco. Si encima decides llevar a cabo una dieta de adelgazamiento, ambos objetivos se harán mucho más difíciles y tu ansiedad se incrementará. Simplemente, sigue una alimentación que se pueda mantener toda la vida y que contenga alimentos y platos que te gusten.
Incluye pequeños caprichos saludables
Incluye en tu alimentación alimentos sabrosos y sanos, como frutas tropicales, vegetales exóticos, comida japonesa, o platos de cocina mediterránea.
Recupera vitaminas y minerales, importante si quieres dejar de fumar
El tabaco es una fuente de radicales libres que durante mucho tiempo te han «robado» vitaminas y minerales. Suple este déficit con alimentos ricos en antioxidantes naturales como frutas, verduras, frutos secos, pescados, carnes magras, legumbres, algas, etc.
Alcohol, con moderación o mejor nada
¡No sustituyas un vicio por otro! No queremos pasar el tabaquismo a la alcoholemia. Pero si aún así te quieres tomar una copita, la mejor bebida es el vino tinto, por su contenido en flavonoides antioxidantes.