La práctica del running causa microimpactos en los pies que pueden llegar a dañar las uñas. Te contamos cómo evitarlo.
Los pies son una parte muy delicada del corredor, y aunque llevemos unas zapatillas de running adecuadas y cuidemos nuestras uñas, llevándolas cortas y en una forma que evite que se encarnen, los microimpactos que sufrimos al correr las pueden perjudicar igualmente. Así las puedes cuidar:
Recórtalas habitualmente
Las uñas largas son un enemigo para el corredor ya que chocan contra la puntera de la zapatilla y pueden llegar a ponerse negras o a dar lugar a uñas encarnadas. Córtalas de manera habitual.
Corta en línea recta
Puedes evitar que se encarnen cortando las uñas en línea recta, ya que las uñas redondeadas hacen que haya más posibilidades de que se encarnen según crecen.
Limar, la forma más fácil de dar forma
Si no te crecen las uñas muy rápido o te cuesta darles forma recta al cortarlas, prueba la lima. Te permitirá más fácilmente dejarlas rectas sin necesidad de cortarlas.
Cuando aparece una uña negra por el running
Si no te duele, no te preocupes. Se suele tratar de pequeños derrames o hematomas que poco a poco se van reabsorbiendo, y la uña volverá a la normalidad. Si por el contrario te duele, acude a un podólogo: puede que tengas una ampolla bajo la uña que necesite ser drenada. En ocasiones, si no drena, la ampolla empuja la uña hasta el punto de perderla.
Elige zapatillas con margen
Elige las zapatillas un poco holgadas, ya que las muy apretadas presionan la uña y pueden provocar uñas negras y molestias, además de que con el tiempo se estropearán antes y necesitarás renovarlas con mayor frecuencia.